Mantener vivas las tradiciones de una cultura rica y poderosa que nos trasciende en la historia y que cada vez se nos presenta más orgullosa y cercana es el principal deseo de las comunidades originarias que residen en el Conurbano.
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De acá nomás, la comunidad tupí guaraní Hipólito Yumbay fue una de las primeras en lograr el título comunitario de sus tierras en el gran Gran Buenos Aires, del barrio Almafuerte en la localidad de Glew.
De acá nomás, la comunidad tupí guaraní Hipólito Yumbay fue una de las primeras en lograr el título comunitario de sus tierras en el gran Gran Buenos Aires, del barrio Almafuerte en la localidad de Glew. Fue en 1999 que lograron mantener su residencia tras resistir durante largos años la amenaza de desalojo, y entre el 2001 y el 2002, lograron frenar un intento de expropiación, gracias al aporte del Gobierno que efectivizó la compra de las tierras en litigio.
Hoy se reconoce un gran cambio en la vida de los pueblos originarios en el conurbano, atendiéndola como “una cuestión urbana”, ya que en la actualidad muchos de los pueblos se están urbanizando por la necesidad de trabajar y sobrevivir.
“Uno no deja de ser guaraní porque está en la ciudad”, expresa el referente de la comunidad de Glew, Mario Valdez, quien destaca que el desafío pasa por mantener una cultura, una identidad dentro de la urbe.
Desde su propia experiencia, la comunidad de Almirante Brown participa activamente del debate sobre la reforma al Código Civil, sobre la propiedad comunitaria indígena y es pionera en materia de comunicación, ya que ha sido la primera en obtener una licencia de radio en el marco de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
La radio ha sido un paso muy importante para la comunidad integrando la “comunicación con identidad” dentro de la norma de medios, aplicada en su totalidad desde el mes de octubre último.
Tras cuatro años de participar de los debates por la Ley, la licencia de radio para esta comunidad se ha presentado como un reconocimiento a su participación y protagonismo, incluyendo la voz de los pueblos originarios.
“La radio es un instrumento muy importante, más allá de que nosotros los pueblos originarios tenemos una comunicación tradicional que son las asambleas, la comunicación oral que es la transmisión de padres o de familias a los hijos. (La radio) es para comunicar desde adentro de la comunidad hacia afuera toda la cultura y la problemática de los pueblos originarios”, explicaba Mario Valdez, justamente en el programa Agassaganup O Zobá –que significa “La luna los hará arrepentir” en idioma querandí- que se transmite por FM Fribuay desde el Partido de La Matanza.
La FM INDÍGENA 89.9 MHZ, licencia otorgada mediante la Ley Nro. 26.522 de Comunicación Audiovisual,  en la Comunidad Indígena del Pueblo Guaraní Cacique Hipolito Yumbay en localidad de Glew, podría ponerse en marcha en diciembre de este año.
(*Extractado del audio de la entrevista de Mario Valdez a Agassaganup O Zobá por FM Fribuay. )
Consejo Indígena de Almirante Brown
Teniendo en cuenta que las obligaciones en cuanto a los derechos de los pueblos indígenas también son cuestión de los Municipios, el funcionamiento del Consejo Indígena de Almirante Brown promueve todo lo relativo en materia de derechos de los Pueblos Originarios en la región, este consejo comenzó a organizarse en 2005 con cinco comunidades y una organización y en 2007 lograron una participación directa dentro del Municipio con un Consejo de Coordinación dentro de la Secretaría de Derechos Humanos.
En mayo de este año, tanto el Consejo Indígena como autoridades municipales se reunieron para coordinar acciones en conjunto en pos de afianzar la multiculturalidad para llevar adelante proyectos que faciliten el desarrollo de las comunidades originarias asentadas en el distrito. De esta reunión fue elegido Benito Espíndola, de la Organización de Comunidad y Pueblos Originarios (ORCOPO), como la persona que desempeñe “ad honorem” la función de delegado para llevar adelante proyectos conjuntos con el municipio.
EL DERECHO A LAS TIERRAS
Actualmente, la comunidad comunidad Hipólito Yumbay, es una de las integrantes de un nuevo espacio construido en 2013 Atý Guasú”, donde confluyen múltiples organizaciones y familias del pueblo guaraní del área metropolitana bonaerense.
“A 521 años del inicio de la Conquista Europea, recién se están superando situaciones referente a los derechos de los pueblos indígenas, pero todavía falta trabajar la reivindicación territorial dentro del Estado Nacional”, aseguran sus representantes.
En tanto en el ámbito nacional, hasta el 23 de noviembre de 2013, continúa en vigencia  la ley 21.160 sancionada en el año 2006, que declara la emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas del país.
Al respecto, Amnistía Internacional advirtió  sobre las demoras en el reconocimiento de la propiedad de las tierras ancestrales de los pueblos indígenas. Y sostuvo que en los 8 años transcurridos desde la declaración de emergencia original “es poco lo que se ha avanzado” con el relevamiento de las tierras que ocupan las comunidades indígenas.
De forma similar se habìa expresado el representante browniano de la Organización de Comunidad y Pueblos Originarios, Benito Espíndola, al expresar que “el relavamiento en la Provincia de Buenos Aires es más que pobre”; y aseguró que están analizando  los números, cotejándolos con organismos aliados de derechos humanos. “La verdad que es muy preocupante”, reconoció.“Creo que se ha perdido una oportunidad histórica con el relevamiento territorial, que se hizo en tres pueblos y la verdad que los informes que tenemos como definitivos son muy pobres”.
UN AVANCE EN MATERIA DE INCLUSIÓN
Este año por primera vez, la Cámara Nacional Electoral entregó materiales traducidos al quechua, mapuche, mocoví, qom y pilagá. La experiencia piloto se concretó en Formosa, Chaco, Santa Fe, Buenos Aires y Capital Federal y para el 2015, prevèn que se haga en todo el país.
Esta iniciativa, tuvo como objetivo una mayor integración de los pueblos originarios en los comicios que se relizaron el 27 de octubre último.
Juan Namuncurá, integrante del Consejo Nacional de Políticas Indígenas funcionario y bisnieto del beato Ceferino Namuncurá,  expresó su alegría por esta experiencia que ha significado un avance “enorme para los pueblos y comunidades originarias”. El funcionario también contó que hubo una “gran participación mapuche, qom, mocoví, de las comunidades del interior”.
Para Israel Alegre, dirigente de la comunidad Nam Qom y miembro del CNPI, la experiencia “funcionó muy bien. Los hermanos fiscales y autoridades de mesa hablaron en idioma indígena. De esta forma, se inició un avance muy importante para los pueblos originarios, que esperamos se implemente en más distritos para el 2015”.
Asimimso la diputada provincial y originaria Rita Liempe (Unidad Popular – Buenos Aires) remarcó su satisfacción frente a la iniciativa, porque “es la primera vez en la historia que vemos a nuestros hermanos participar de elecciones en los idiomas originarios”, dijo .“Los pueblos indígenas votaron siempre en la lengua de la mayoría, que nunca ha tenido en cuenta las lenguas nativas. De esta forma, se dificulta la participación plena en el campo político que es fundamental. Se les ha negado acceder. Es lo mismo que nosotros tuviéramos los instructivos, los programas de gobierno y las campañas en wichí. Tendríamos que encontrar a alguien para que nos tradujera. Se dificulta ejercer plenamente el derecho a participar.”
Liempe recordó el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que trata específicamente los derechos de los pueblos indígenas y tribales. “El convenio 169 de la OIT dice que las comunidades deben tener plena información para su participación política. Al no traducirse la información, no saben cómo armar un partido político y ven reducido su voto. Hay un proyecto con el Consejo Nacional de Políticas Indígenas y la Cámara Nacional Electoral para traducir la Constitución Nacional y darle un carácter más amplio al derecho al acceso de la información”.
La traducción contemplaba un instructivo para las autoridades de mesa e información básica que explicaba el porqué del cuarto oscuro, cómo tenía que ser el corte de boleta, qué es un voto en blanco o impugnado y las facultades de las autoridades.
Esta experiencia se realizó conjuntamente entre el Consejo Nacional de Políticas Indígenas y la Cámara Nacional Electoral