La Presencia del Pasado
Para el Pueblo Guaraní es
El Arete Guazú, la gran fiesta de la Gran Nación Guaraní, También conocido
como la fiesta del PIM-PIM, la fiesta de la buena cosecha.
Quienes se especializaron en destruir cultura, además del botín de
guerra, ganaron el derecho de escribir la historia de los vencidos, de
interpretarla, de juzgarla de acuerdo con sus propios valores.
Cada
pueblo cuenta su historia a su manera. Y tal vez, la mejor forma de narrarla
sea aquella en la que, además de reflejar los hechos del pasado, reflejan sus
valores sin preocuparse de los formulismos o del “objetivismo” de los valores
dominantes y el fin de un paternalismo colonizador.
Estas pinceladas del pasado del pueblo Guaraní, quizá tengan el mérito de
resaltar la interrogante, la pregunta inconclusa, para adentrarnos, signo en
hombro, al mundo de esta nación, e intentar buscar en boca de los guaraní reta,
respuestas, por ejemplo: Él porque de la mayoría de los lideres
Guarani fueron mbaecua, esto es, personas con poder
sobrenaturales, que podían transformar un proyectil de plomo en una
gota inofensiva de agua, ver más allá de lo posible, retornar de la
muerte para continuar luchando por el pueblo Guaraní. Hoy estamos presentes en
el instituto.
Esperamos que la historia y los relatos del presente guaraní nos ayuden
a comprender nuestro pasado, un pasado tan presente, pese al tiempo y los
intentos de destruirlo, de minimizar su grandeza.
El
pueblo guaraní en su creencia religiosa no tiene imagen. Creen profundamente en TUMPA
(DIOS) relacionado intrínsecamente con la naturaleza. Allá donde nazca un
árbol donde haya buena siembra y se pueda cosechar en abundancia, abundantes en
agua, LA- TIERRA-SIN-MAL- (YVY IMARAA), el lugar donde se pueda encontrar la
felicidad (JEROVIA KATU), el descanso (MBUTU), la paz (PYAKATU), la libertad
(JEJORA), allí nunca iba a faltar el convite, la fiesta (ARAETE) y la danza
tradicional. Estuvimos tentados de suprimir alguna información sobre las
costumbres y cultura de la Gran Nación Guaraní, cuando nos referíamos
a las fiestas, reuniones sociales, que antiguamente podían durar entre dos días
o, un mes si el año agrícola era bueno.
Este
intento de censura, que podrían tener cierta dosis de paternalismo, era para
evitar que sean juzgados con los valores de quienes creen, que la vida se hizo
para buscar el goce del poder a través de la acumulación de bienes materiales,
aunque para ellos tenga que obligar al organismo humano, a trabajos forzados
que permitan esta locura de vivir para trabajar, en vez de trabajar para vivir.
Actualmente el arete de los guaraníes es festejado durante unos seis
días.
Este nuestro ñande reko, como llamamos a nuestra forma de ser, es
criticado por los blancos con la misma dureza que lo hicieron los cronistas
franciscanos.
Además de agricultores y guerreros indomables, los guaraníes somos
una cultura alegre. La naturaleza fue benévola con nosotros. Muchos ríos
bañaban nuestras tierras y los bosques nos brindaban carnes y frutos
silvestres en cantidad. Todo esto nos permitió disponer de bastante tiempo
libre que transformábamos en alegría compartida.
La bebida
que continuamos elaborando, para nuestras fiestas o reuniones sociales, es
el cagui o chicha, en base de maíz. Su grado alcohólico es bajo, pero es común
que lo bebamos antes que fermente, como un jugo durante el trabajo o para invitar a
las visitas, cosa importante para nosotros que hemos hecho de la
hospitalidad un culto. El cagui, para nosotros es todo. Cuando lo tomamos
incluyendo el sumo del maíz, es desayuno o cena. Es también un medio de
comunicación- si vale él termino- como lo es el mate en el chaco salteño o el
té y el café en otros lugares.
Los blancos
introdujeron el alcohol, pese a ello no vimos alcohólicos como hemos visto en
las ciudades.
Las
principales festividades son el arete- calificada de pagana- y a la pascua
calificada de fiesta religiosa.
El arete es una costumbre GUARANI. Luego, se
lo utilizó en los feriados del carnaval,
para conservarla, fecha que coincide con el ciclo más importante del año
agrícola: el araete, el mejor tiempo, el tiempo de las cosechas, y también
para reflejar el catolicismo e invisibilizar el Arete guazú como fiesta pagana.
Además de
la fiesta y el baile en sí, en las proximidades de algunas fincas alejadas de
pueblo o carreteras, se conserva mucha coreografía del pasado lejano,
tales como los aña-aña, el juego del palo...o, del pasado reciente, como la
representación de la yagua nao, en el que el tigre originario de nuestra América
se bate a duelo con el toro traído por los colonizadores europeos. En la lucha,
si el toro no es derrotado por este felino, es carneado por los integrantes de
la fiesta, simbolismo que no requiere de mayores explicaciones.
Algunas de nuestras Costumbres
El juego del palo.
El juego del palo es una mezcla de baile y
competencia para medir fuerzas. Si observamos la imagen que corresponde a esta
coreografía, veremos a un guarani con una rodilla en el suelo y a otro de pie.
Ambos agarran un trozo de madera por ambas puntas. El primero intentara
resistir los impactos de su contendiente sin caer, si ocurre lo contrario, se
invierte las posiciones.
Cuchi-cuchi
Son niños varones que embadurnan su cuerpo con barro
y luego persiguen – especialmente a las mujeres- para ensuciarles el vestido.
Para esta fiesta todos estrenan, o por lo menos lucen, sus mejores galas.
Cuña-cuña
Es un guaraní disfrazado de cuña (mujer). Esconde su rostro
tras una máscara y carga un porongo o calabaza, de la misma manera que lo hacen
las cuñas para llevar a sus hijos. Con la colaboración del aña aña, se mofan de
los celos y problemas de la vida conyugal.
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